domingo, 9 de agosto de 2009

Le Lac des Grenouilles, By Morriss


Hace unos días decidí volar y volar hasta cansarme y me cansé. Decidí seguir aún más adelante hasta que encontré un lugar donde reposar mis alas cansadas, mojadas, debilitadas por el frio aire del norte.
Después de horas y horas de camino llegué a un pequeño lago custodiado por unos altos y robustos árboles que danzaban y cantaban al ritmo del viento, y que complementaban en plano paisaje de un campo de moras azules que se extiende casi hasta el horizonte. Los habitantes de la localidad me dijeron que el lugar se llama "le lac des grenouilles", osea "el lago de las ranas".
Este es un pequeño paraje paradisiaco para las especies como yo. Ahí nos dejamos abrazar por la húmeda bruma y reposamos sobre el suave piso alfombrado de vegetación, hasta el momento, desconocida para mi. El oscuro espejo verdoso refleja nuestros sueños, miedos y esperanzas mostrándolas sin censura al cielo, y su avidriantada apariencia es interrumpida por la limpia caricia del aire.
Este lugar es mágico, y el silencio que reina en él es quebrantado de vez en cuando por los visitantes extranjeros que se maravillan con su paisaje y por los habitantes fieles que defienden su tranquilidad. Yo, por mi parte, debo seguir y solo me quedará el recuerdo de este pequeño paraíso que eoncontré en el medio de la nada, en el fin del mundo. Me quedo con el abrazo ligero del claro y limpio viento y la insonora melodía de despedida que las hojas de los árboles interpretaron para mi... à toujours

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